miércoles, julio 12, 2006

Blade Runner… o lo existencial subestimado.


"I've seen things you people wouldn't believe.
Attack ships on fire off the shoulder of Orion.
I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhauser gate.
All those moments will be lost in time, like tears in rain...
Time to die."




Muy pocas películas producen verdaderos y durables efectos en sus espectadores, creo que Blade Runner es una de estas.Podría haber escogido otra película, claro está, sin embargo éste film en particular tiene un efecto muy profundo en aquellos que les gustó.Muchas películas son vistas en cine como causa de una política de publicidad que incita a las personas a verlas, no es muy complejo, es eso. Se van a ver porque nos despiertan el interés en el trailer o porque algún crítico habló de estas en algún artículo, pero muy pocas son vistas con desconfianza, Blade Runner es en efecto una película que nos hace dudar-sin-duda.¿Pero por que es esto? ¿Por que es una película que nos hace dudar-sin-duda?La duda-sin-duda ocurre no se en que temporalidad, talvez esta duda no es aquella que se expresa en términos de duración que pueda ser contada con las reglas métricas de la temporalidad. Talvez ésta duda tiene otro tiempo, un tiempo que puede ser contado en palabras, en procesos, mas no en minutos, eso es lo que creo.La posibilidad de dudar-si-duda, es la posibilidad de dudar de un algo que se expresa sin que se dude el motivo de por que se expresa, entonces se transforma en un estado mental, en una manera de entender la realidad, dudando sin entender que aquello que se expresa en el propio pensamiento es una duda finalmente, una duda existencial, una sobre nuestra propia vida, una sobre nuestra propia muerte, nuestras posibilidades, aquello perdido, aquello abandonado, aquello encontrado, aquello que nos hace feliz.No se cuestiona la instancia en la que dudamos, creyendo así, que esto es el estado natural del ser humano, como si el ser humano dudara ¡porque así es la cosa no más pues!, se duda porque algo falta, y en esa sociedad de “Los Ángeles en 2019” todo falta. ¿Es una duda existencial? Es una conducta existencial. Y aquello es vivir preocupado de los destinos finales.Fue filmada en los principios de los ´80. ¿Y que nos ocurría en aquella época como humanidad? Muchas cosas. Entre ellas comenzaban a caerse los grandes ideales políticos, y aparecía un nuevo orden social, uno que se haría eventualmente universal.En Blade Runner se mostraba al “planeta tierra” unificado en tecnología, había tecnología para todos, había tecnología para ricos y tecnología para pobres, (la pobreza no estaba erradicada), es decir, la tecnología se hacia fetiche, no es que hubiese tecnología para ricos y madera y clavos para los pobres en ese futuro, sino que había tecnología para todos. Para los que tuvieran posibilidad, existía la alternativa de vivir en las colonias lunares, dirigida a aquellos que quisieran “comenzar de nuevo”…¿Qué querrá decir esto de la tecnología para todos? ¿Qué la tecnología no marcaba el dominio de una clase social?La tecnología no fija en ésta película la posición que tiene el afortunado, sino que todos por igual tienen el fetiche de la tecnología. La desdicha es para todos por igual. Una tecnología tan común como el aire enrarecido que respiran. Una sociedad tecnocratizada, automatizada, destellos de luces, naves volando, lleno de asiáticos por todos lados, monstruosos edificios en forma de pirámides aztecas que enaltecen más que nuca el sacrificio del ser humano, personas que caminan por las calles con paraguas plásticos brillantes que nos recuerdan espadas láser, quizás evitando lluvia acida… en fin, un mundo contaminado.En esta película, el ser humano ha llegado a tal límite de tecnología que es capaz de recrearse creándose a sí mismo, pero no se crea en un sentido simbólico, ideológico, sino en el más real de los sentidos. Se fabrica físicamente en lo real de la carne. Lo hace porque simplemente puede hacerlo.Un ser humano así, ya no requiere de un Dios que cree venturas y desventuras para él, el ser humano puede arreglárselas solo.
El hombre construye en este caso su propio sistema de significados, excluyendo cualquier orden natural o cosmológico, fracasando de la manera más rotunda. Fracasa mereciendo muerte y destrucción y a modo de compulsión a la repetición no logra salir de ese vinculo viciado que ha generado con la propia naturaleza humana. Es una relación autoerótica devastadora, el Hombre por el Hombre, el ayuntamiento consigo mismo. ¡Un ser humano sin padre y sin madre en donde ni los animales son de verdad!La corporación Tyrell genera lo que son los llamados Nexus 6, androides no electromecánicos sino orgánicos, personas artificiales que en su realidad más pura y humana cobijan en ellos el deseo de poder vivir más de lo que les fue programado. ¿Por que un ser humano que fue creado artificialmente querría vivir más de esa vida? Será porque cobija en él la esperanza remota de que puede rehacer su vida, formularse a si mismo de la manera en que debería ser, de poder ser feliz antes de morirse, simplemente porque la vida en sí misma tiene valor, porque por si sola vale lo que pesa y respira.Es un futuro que liga las desesperanzas que abrigamos como sociedad y las posibles realizaciones futuras para lo que ya tenemos.No me quiero detener mucho en lo brillantemente siniestra que ésta película es en términos estéticos, lo haría, pero este blog se haría interminable. Lo que deseo postular es que aquella dinámica espacio-temporal, que incluye ejes como la estética, los ritmos humanos, sociales e individuales, valores, creencias, políticas, formas de relacionarse, etc, están devaluadas, porque se perdió lo que no se sabia que al perderse se destituiría para siempre. Cuando algo así se pierde es difícil retornar. ¿En Blade Runner podría el hombre volver a las cavernas? Que raro cuestionarse eso. Talvez no.
Una vez que se mordió la manzana del conocimiento, la ingenuidad de la raza se pierde, nuestra propia ingenuidad se pierde. De allí en adelante, estaremos siempre pendientes de aquello de lo que nos enteramos y como perdimos por habernos enterado de aquello. Y cuando se pierde el paraíso, sólo esta la esperanza de volver a éste en muerte. Palabra que en la sociedad de Blade Runner está extirpada, porque la palabra muerte es un referente a la pérdida existencial, a lo existencial más puro y sagrado del ser humano, y éste ser humano futurista no quiere enterarse de nada de eso. Debe ser por la culpa, una sociedad así, tan devastada, debe tener enormes niveles de culpa. Recordemos que la culpa nos hace esquivar “la flecha del darse cuenta” que de clavarse en carne blanda nos haría encontrar el camino que nos llevó a aquel fatal destino. La culpa inconsciente por tanto, nos hace repetir incansablemente la misma temática de manera compulsiva, para que no nos demos cuenta del porqué repetimos, como le ocurre a aquel borracho de “El principito” que bebía para olvidar que bebía. La culpa de aquel desdichado habitante de ese iluminador libro, era enorme.
Eventualmente todos moriremos, eso es algo que compartimos y que nos hace a todos por igual. En Blade Runner ocupan la palabra sustituta “Retirar”, para despojar de vida a estos esclavos androides, porque lo sintético aunque tenga vida no es de verdad.
¿Y dónde esta la verdad ahí entonces? Si la verdad no está en la esencia de estos seres, debe estar a lo menos en las relaciones que entablan con otros; Deckard por lo menos confía en el amor que siente por Rachel y ella confía en ese amor, -esa es una verdad- y pareciera que eso borra o sustituye todo lo malo (o todo lo falso).